Una Aventura Fotográfica

Grandes Maestros Artesanos

En 2019 comencé una aventura, que me llenó de experiencia y alegría, buscando a maestros artesanos por diferentes estados de México. Esta travesía me llevó a conocer el trabajo y la pasión de los artesanos que preservan las tradiciones mexicanas para realizar un registro fotográfico para el libro “Grandes Maestros Artesanos, 20 años” de Fomento Cultural Banamex.

En abril de ese año pasé “la prueba” con Cándida Fernández , directora de FCB, y  me convertí en la 5ta fotógrafa (la única nueva) en poder participar en esta nueva edición, era la oportunidad que buscaba pues tengo gran admiración por el trabajo que realizan, el editor es Carlos Monroy y fue quien me dio la primer entrevista que me permitiría entrar a este selecto grupo de fotógrafos.

Mi primera parada fue Chetumal a conocer al maestro artesano Celso Kamul  (talla de madera) y a la maestra Rosalinda Cauich (fibras vegetales).

Después visité varios lugares en México para encontrarme con otros talentosos artesanos. En Tabasco, conocí a Baltazar Hernández y Gonzalo Rodríguez. En Querétaro, me reuní con los hermanos Martín y Jorge Cruz, Antonio Trenado y Genoveva Pérez. En Tijuana, visité las comunidades indígenas Kumiai, Kiliwa, Pai Pai y Cucapah. En Monterrey, me encontré con el maestro Ismael Barrón. En Chiapas, conocí a Carmen Vázquez, María Meza y su hijo Pedro, a Guadalupe Hermosillo, la Familia Nandayapa, Guadalupe Pérez, Alberto Hernández y el maestro Antonio López Hernández, a quien años atrás ya había tenido oportunidad de retratarlo para otro proyecto. En Chiapas, conocí a Patricio Espinoza, un maestro platero, y a Lucia Santiz, maravillosa tejedora en telar de cintura. También visité a los hermanos Joel y Rogerio Ortega, especializados en obsidiana, viven a espaldas del sitio arqueológico de Teotihuacan, de donde me contaron muchas historias durante su infancia corriendo por esos mágicos lugares. En Tlaxcala, conocí a Hipólito Vázquez, un artesano de talla en madera Tlaxistle.  El maestro Pedro Reyes, quien se especializa en la elaboración de máscaras con ojos móviles, María Isabel López (su difunta madre), reconocida por su exquisito trabajo en blusas con pepenado y plisado, Bertina Pérez Coyotzi, hábil artesana del barro, así como Arnulfo Xochiotzin y José Luis Romano, quienes producen sarapes en telar de pedal.

Siempre contando con un tiempo limitado, nos apresuramos para capturar las imágenes de cada uno de ellos. 

También visitamos a Martina Cruz, su hija Trini y su esposo Benito en Hidalgo, quienes se dedican a la elaboración de textiles en telar de cintura.

Posteriormente, emprendimos un largo recorrido por otros estados  del país, comenzando en Tamaulipas para conocer a Ramón Mendoza y su hijo en Tula, diestros artesanos en la elaboración de cueras. Lamentablemente, el maestro Ramón falleció un año después de las fotografías.

Exploré San Luis Potosí y conocí a los artesanos José Antonio Rodríguez, Luisa Govea y Arturo Estrada. Aproveché para pasar por Xilitla, el lugar “mágico» de Edward James y visité Santa María Acapulco, un pequeño pueblo con una iglesia Pame muy antigua,  que se incendió en 2007, donde conocí al artesano Felipe Medina. En Huejutla de Reyes, me encontré con la maestra Ma Guadalupe Castillo y su familia de alfareros. Luego, en San Pedro Coyuya, Veracruz, conocí a la artesana del telar de cintura Elsa Bautista. Continué hacia Platón Sánchez y conocí a la maestra Juana Hernández. En Papantla, Veracruz, visité al maestro Leandro Espinosa y su hijo Raúl, quienes hacen talla en madera. En Guerrero, a pesar de las dificultades del camino, llegué a Temalacatzingo y conocí al artesano Juan Zeferino. De ahí visité Olinalá, donde me encontré con las familias Ayala y Escudero, famosas por sus cajitas y talla especial.

De regreso a Guerrero pero más cercano a la CdMx  fuimos a San Agustín Oapan con el joven y talentoso artesano alfarero Rodrigo de la Cruz y a Xalitla con las hermanas Silvia y Marina Martínez Pedro que pintan sobre papel amate con un detalle muy fino.

Al otro día hicimos un recorrido largo y peligroso, quizás aún más que el de Temalacatzingo, hacia Morelita, Guerrero,  en plena tierra caliente donde nos topamos con todo tipo de retenes y halcones.  La semana anterior el pueblo aledaño había sido incendiado por conflictos por la dominación del territorio.  Ahí fuimos a retratar a 3 artesanos: Ambrosio, Asunción y Emigdio, quienes hacen sombreros de fibra natural que dependiendo de la cantidad de vueltas es el precio, y puede ascender a muchos miles de pesos.

Por diversos motivos, no me fue posible fotografiar a algunos artesanos en sus talleres, por lo que decidí retratarlos en la Ciudad de México, ya sea en mi estudio o en otros lugares, como fue el caso de Victorina López de Jesús, el maestro Pedro Coronel, Raimundo Franco y su hermano Daniel.

 Me siento muy honrada de haber podido participar en este trabajo de excelente calidad, cuidado hasta en el último detalle y que sirve de reconocimiento y divulgación de los bellos trabajos realizados por mentes creativas y manos talentosas.