Catrina una tradición emblemática

En su trabajo como fotógrafa, Irene Barajas quiso conmemorar estas fechas tan relevantes para la cultura mexicana, mostrando de manera artística las cualidades físicas de la Catrina y como esta figura persiste como icono del deceso.

Irene prefiere tener ideas visuales bastante claras antes de cada shooting, por lo que se apoya en un moodboard acorde a su proyecto para cada sesión. En él lograr aterrizar sus propios conceptos creativos, como el tipo de iluminación, las poses que la inspiran, la paleta de color que desea utilizar, el tipo de peinado así como el vestuario para su Catrina. Sin olvidar el maquillaje que es uno de los puntos más relevantes de este atuendo. La talentosa maquillista Mónica Bustos, con amplia trayectoria, estuvo a cargo del diseño del maquillaje; con colores blancos, negros y un pop de color azul. Ambos looks de la Catrina han estado perfectamente planificados previo a la sesión, aunque durante el shooting van surgiendo ideas nuevas que se adaptan a la sensación del momento, creando entre la modelo, maquillista y fotógrafa todo un espacio creativo.

La Catrina, este gran símbolo de la cultura mexicana, está asociado al Día de Muertos, una de las tradiciones más relevantes de México. El poder profundizar más en la creación de la catrina, es algo inspira y permite un amplio diálogo a través de la fotografía.
Finalmente, para conocer el trasfondo de su origen, los historiadores se plantean que la figura de la Catrina está vinculada a la Diosa azteca del deceso. No obstante, debido a que “La Calavera Garbancera” (creada por el gran ilustrador José Guadalupe Posada) es un recurso satírico con base en dibujos de cráneos y esqueletos, acompañados de textos que se mofaban de las clases privilegiadas y del caso de la nación, fue y hasta la fecha es, un recurso de protesta y su presencia hasta el día de hoy ha trascendido espacios simbólicos.

Por Astrid Gámez Gutiérrez de Cluster Agency