La democratización de la fotografía.
La fotografía en sus inicios, al igual que la pintura, eran métodos de representación solamente al alcance de la clase alta ya que los costos eran muy elevados.
El Daguerrotipo se realizaba en una hoja de cobre recubierta de plata muy bien pulida. La placa era la imagen final, sin posibilidad de ser reproducida , esto hacía que el costo se elevara.
En 1841 Henry Fox Talbot patentó un proceso llamado calotipo, el cual permitía obtener negativos en papel rígido a través de la cámara. Este proceso negativo/positivo permitió mayor accesibilidad a las imágenes tanto por su posibilidad de reproducción como por el bajo costo de producción. Después surgieron las placas de colodión húmedo con las cuales los negativos ya no se producían sobre papel sino sobre vidrio y permitían una preparación anticipada . Este invento se debe a Frederick Scott Archer en el año de 1851.
Varios fueron los procesos de reproducción de imágenes que fueron apareciendo, variaban en calidad y costo: ambrotipo, ferrotipo, albúmina, proceso al carbón, entre otros.
Un gran cambio lo marcó la aparición de las placas de colodión seco, que surgieron alrededor de 1864. Estas placas de vidrio previamente sensibilizadas se podían comercializar evitando que el fotógrafo tuviera que preparar sus propias placas, así como revelarlas inmediatamente una vez expuestas. El fotógrafo se libraba de cargar su laboratorio portátil, aunque perdió en cuanto al tiempo de exposición pues éste incrementó a 30 segundos, lo que hacía imposible el registro de objetos en movimiento.
La obtención de un negativo en la fotografía implicó un gran avance, no solamente en cuanto a la reducción notable en los costos lo cual le permitía ser accesible a cualquier clase social sino sobre todo en cuanto a su difusión, esta pronto comenzaría a verse en diversos medios impresos: periódico, tarjetas postales, revistas, etc. Pero aún estaba por cumplir con las exigencias del tiempo moderno.